Las costillas son huesos largos y curvos que protegen los órganos internos del tórax, como el corazón y los pulmones. Cada ser humano tiene un total de 24 costillas, 12 a cada lado del esternón. Estos huesos se dividen en tres partes:

• Cabeza de la costilla: Es la parte que se encuentra en la parte posterior del tórax. La cabeza de la costilla es redonda y se conecta con la columna vertebral a través de dos articulaciones.
• Cuerpo de la costilla: Es la parte larga y curva de la costilla. Esta parte se conecta con el esternón en la parte delantera del tórax.
• Apófisis costal: Son unas pequeñas protuberancias que sobresalen del cuerpo de la costilla y se van haciendo más grandes hacia la parte posterior. Estas apófisis se conectan con la columna vertebral y ayudan a fijar las costillas en su lugar.

Es importante destacar que las costillas inferiores tienen algunas diferencias con las superiores. Por ejemplo, la cabeza de las costillas inferiores se conectan directamente con la columna vertebral a través de una articulación en lugar de dos. También son más cortas y tienen menos apófisis costales.

En resumen, las costillas están compuestas por la cabeza, el cuerpo y las apófisis costales. Estas partes trabajan en conjunto para proporcionar protección a los órganos internos del tórax y mantener la integridad de la estructura ósea de nuestro cuerpo.