La biosfera es la capa de la Tierra en la que se encuentra vida. Está conformada por distintos ecosistemas que interactúan entre sí. Dentro de la biosfera, podemos identificar tres capas principales que se relacionan directamente con la presencia y desarrollo de los seres vivos.

La primera capa de la biosfera es la atmósfera, que es la capa gaseosa que envuelve nuestro planeta. En esta capa se encuentran diferentes gases, como el oxígeno, el dióxido de carbono y el nitrógeno, que son fundamentales para la vida. Además, en la atmósfera se generan fenómenos climáticos, como los vientos y las lluvias, que también tienen un impacto en la vida de los seres vivos.

La segunda capa de la biosfera es la hidrosfera, que está compuesta por todas las aguas de la Tierra, ya sean océanos, lagos, ríos o glaciares. El agua es esencial para la vida, ya que la mayoría de los seres vivos dependen de ella para sobrevivir. La hidrosfera proporciona hábitats para muchas especies y también juega un papel importante en la regulación del clima del planeta.

La tercera capa de la biosfera es la litosfera, que es la capa sólida de la Tierra. Esta capa está conformada por el suelo, las rocas y las montañas. En la litosfera se desarrollan diferentes ecosistemas terrestres, como bosques, praderas y desiertos, que albergan una gran diversidad de especies. La litosfera también juega un papel importante en la regulación de los ciclos biogeoquímicos y en la provisión de recursos naturales para los seres vivos.