
Ahorrar en Navidad es posible
Se aproxima la Navidad y con él los gastos incrementan considerablemente y en muchas ocasiones dejan nuestro presupuesto temblando. En estas fechas el consumo se dispara y los gastos familiares se multiplican a causa de los regalos, la decoración y las celebraciones. ¿Cómo podemos evitarlo? Haciendo una planificación detallada que nos permita ahorrar. Desde Finança’t proponemos una serie de consejos para que las compras navideñas afecten lo menos posible en nuestra economía:
1.- Diseñaremos un presupuesto
Nos marcaremos un límite máximo e intentaremos organizarnos en función a él. Decidiremos cuánto podemos y queremos gastarnos, y en qué vamos a consumirlo de más a menos importante. En Finança’t disponemos de un presupuesto navideño para ayudarnos.
2.- Escribiremos una lista
Definiremos las personas a quien tenemos que regalar y cuánto nos queremos gastar en cada una de ellas. Así iremos de compras con las ideas más claras y evitaremos que se nos vaya de las manos.
3.- Nos anticiparemos
Cuanto antes hagamos nuestras compras, más baratas nos saldrán. Intentaremos no dejarlas para última hora puesto que no encontraremos casi ofertas.
4.- La decoración
Una buena manera de ahorrar es apuntarnos a la moda del “hand made” (hecho a mano) para hacer la decoración navideña y los regalos. Podemos darle un toque imaginativo y original sin necesidad de hacer un gran gasto. Además, tendrá un valor añadido puesto que lo hemos hecho nosotros.
5.- Pensar en los menús
Elaboraremos menús baratos y nos aprovecharemos de posibles descuentos en días anteriores a las fechas más señaladas. Muchos productos de alimentación se encarecen hasta un 40% con la llegada de los días más importantes. ¡Debemos tener en cuenta que podemos utilizar el congelador!
6.- Dinero en efectivo
Es recomendable sacar efectivo antes de ir de compras y dejar la tarjeta de crédito en casa. Así somos más conscientes de lo que nos gastamos, priorizamos y evitamos tentaciones.
7.- Reduciremos los desplazamientos
Trataremos de movernos con transportes públicos. Además de ahorrarnos dinero, contribuimos a reducir la contaminación, y evitaremos atascos, tiempo en busca de una plaza de parking libre y aglomeraciones. Y recordar, que, si no vamos muy cargados, andar siempre es la opción más barata y saludable.