¿Por qué cuando nacemos tenemos 350 huesos y luego 206?

Cuando nacemos, nuestro cuerpo está formado por aproximadamente 350 huesos. Esta cantidad es significativamente mayor que la cantidad de huesos que tenemos en la edad adulta, que es de alrededor de 206. La pregunta es, ¿por qué hay esta diferencia?

Para entender esto, debemos tener en cuenta que los bebés tienen huesos más pequeños y más blandos que los adultos. A medida que crecemos, algunos de estos huesos se fusionan entre sí a través de un proceso llamado osificación. Esta fusión de los huesos ocurre a medida que nuestro cuerpo se desarrolla y madura.

La razón principal detrás de este cambio en la cantidad de huesos es que algunos de los huesos más pequeños se fusionan para formar huesos más grandes y más fuertes. Por ejemplo, los huesos del cráneo se fusionan para proteger el cerebro en crecimiento, y las vértebras de la columna vertebral se fusionan para proporcionar soporte y estabilidad.

También es importante mencionar que algunos de los huesos que tenemos al nacer son en realidad cartílagos que se van endureciendo y convirtiendo en huesos a medida que crecemos. Estos cartílagos, como los que se encuentran en la nariz y las orejas, no se unen a otros huesos y se mantienen flexibles durante toda la vida.

En resumen, la reducción en la cantidad de huesos a medida que crecemos se debe a la fusión de huesos más pequeños en huesos más grandes, así como al endurecimiento de cartílagos en huesos. Este proceso es esencial para el desarrollo y crecimiento adecuados de nuestro cuerpo a medida que pasamos de ser bebés a adultos.